Una de los nuevos paradigmas que modificaría de forma radical la nueva gerencia publica, es la gestión mediante diversos grados de autonomía, caracterizado por la flexibilidad y el despliegue de criterios gerenciales en el ejercicio de sus actividades de manera que se estimule el financiamiento propio y , se mejore la eficiencia productiva de los servicios públicos, como verán todo muy relacionado con un termino muy común en los actuales momento la “Co-gestión”.
Pasando a otro aspecto pero no menos relevante es la competencia entre los proveedores de servicio, dejando atrás la administración sustentada en la provisión monopolica, ya sea privada o publica, la competencia trae consigo importantes ventajas, algunas de ellas le brinda a los usuarios la posibilidad de escoger el proveedor que satisfaga mejor sus necesidades, además de forzar a los productores a maximizar la eficiencia y contribuir a la captura burocrática del servicio.
Artículo elaborado por participantes de la Especialización en Gci. Pública. (UNEFA 2009).
Cada vez es mayor la necesidad de mejorar la eficiencia del Estado en su capacidad de respuesta para garantizar la atención y solución de los problemas de la sociedad en sus diferentes dimensiones. Debe generarse un cambio de paradigma en la concepción del Sector Público Venezolano, tanto por los funcionarios que la integran, como por el resto de la sociedad. En los primeros para que asuman el compromiso de ser, más que funcionarios, Servidores Públicos y se desarrolle la esencia de la vocación del servicio; y en los segundos, para que sientan cada vez más que sus necesidades son atendidas y sus problemas solucionados, principalmente en lo colectivo.
ResponderEliminarLa eficiencia va tomada de la mano con el desarrollo gerencial, y con ello, el fortalecimiento de las funciones administrativas, como lo son la planificación, la organización, la dirección y el control en todas las instituciones que conforman el Estado, en sus diferentes niveles. Se pueden generar soluciones desde una gerencia de escritorio, donde el enfoque del problema y las posibles soluciones son planteados desde fuera; como también, de una gerencia que toma decisiones incluyendo ese sector de la sociedad que vive el problema y/o sobre la que el resultado de dichas decisiones generará un impacto. En ambos casos los resultados pueden ser favorables o desfavorables, sólo que en el segundo, existe la posibilidad de llegar con mayor exactitud a la solución del o los problemas. Bien es sabido que un problema bien enfocado, bien conocido, es un problema parcialmente resuelto.
El punto de partida siempre será la necesidad, el requerimiento o problema que vive la sociedad, no obstante, el Estado debe traducir estos problemas y convertirlos en proyectos, con plazos de tiempo previamente establecidos para la ejecución del mismo, así como también, construir una estructura organizacional que soporte la dinámica del proceso de avance hacia su conclusión. Posteriormente, deber realizarse un seguimiento, un monitoreo continuo que permita identificar las debilidades, o verificar la solución del problema o necesidad, inicialmente planteados. El control debe estar presente en cada una de las etapas del proceso administrativo, el cual es un proceso continuo, siempre en la búsqueda de generar el bien común.
Lograr la mayor eficiencia del Estado en la solución de los problemas que aquejan a la sociedad, pasa por considerar la cultura como principio fundamental en los procesos de transformación social, dado su carácter de “dispositivo estratégico”.
La sociedad se transforma a partir de sí misma, evoluciona, cambia, se estanca en la historia debido a la influencia que tiene su cultura, ya que esta última opera en la sociedad como una infratextura generativa, como lo señala Roberto Hernández Montoya, en su artículo “La estrategia social, es decir, la cultura”.
La cultura en cada sociedad está en sus paradigmas, los cuales rigen la forma de concebirse y de desenvolverse.